El
expresionismo abstracto americano se gesta en Estados Unidos al mismo
tiempo que el informalismo en Europa, siguiendo caminos paralelos en los
años posteriores a la II Guerra Mundial (1939-1945). Su máximo
desarrollo se produce entre los años 1942 y 1952 aproximadamente. La
etapa de consolidación del expresionismo abstracto se produce en 1947.
Es este año Jackson Pollock realiza sus primeras pinturas de goteo (dripping),
y casi simultáneamente Mark Rothko descubre nuevos caminos en la
abstracción, a través de los campos de color. Así, el expresionismo
abstracto queda plenamente configurado.
Los
antecedentes del expresionismo abstracto se remontan dos
acontecimientos históricos que se producen a finales de los años veinte y
a la década de los 30 del pasado siglo. Por una parte el desastre de la
bolsa de Wall Street en 1929, desató una crisis económica a nivel
mundial.
El
Arte Op es un movimiento que surgió durante los años 60, en un momento
en el que los artistas estaban muy interesados en la creación de piezas
que dieran la apariencia de tener movimiento sobre una base
bidimensional a través del uso de la ilusión óptica.
Desde
finales del 50 hasta hoy, el Arte Pop tiene como propósito romper las
barreras entre el arte y la vida. En este movimiento, nacido entre Nueva
York y Londres, es común el uso de materiales y técnicas comerciales
con el fin de mostrar los cambios culturales a los cuales estamos
sujetos constantemente y por ende la realidad contemporánea.
Tres hechos destacables produjeron notables cambios en el diseño de los sesenta:
1. El fin de la postguerra y la confirmación de las tendencias clásicas
2. La consolidación de la juventud como fuerza de opinión
3. La tendencia a considerar los grupos de opinión como segmentos de consumo.
Tras
los hechos de mayo del 68 y el nacimiento del movimiento hippie, la
juventud iba a tener un papel fundamental en la década de los setenta.
Este
movimiento hippie fue una revolución cultural en toda regla. Dio paso,
entre otros, al movimiento ecológico, al feminista y a cambios en
nuestra concepción del mundo, como la teoría del caos. Pero muchos de
sus planteamientos quedaron pendientes.
Para
Racionero, la contracultura nació “... de la tradición underground
cosmopolita, antiautoritaria, comunal, libertaria y descentralizante”
que se caracterizó “...por su énfasis en la música rock, las drogas
psicodélicas, las comunas y la filosofía oriental”. Pero algo la hacía
distinta: “era la primera vez que los jóvenes tomaban la iniciativa por
sí mismos”. Según Racionero, la del 68 no fue una rebelión de ideas,
sino de vivencias. No se protestaba con argumentos, sino con actitudes
chocantes para la sociedad del momento: “... no se invocaba el amor
libre, se practicaba, no se discutía la Universidad, se pasaba de ella:
La sociedad establecida se criticaba marginándose”.
Mas
tarde, el Pop Art vino a romper ese aburrimiento, eclosionando en la
América de los sesenta tras su nacimiento en Inglaterra a finales de los
cincuenta. Nació bajo múltiples influencias, que coincidían a la
perfección con las del diseño: collage, fotografía, tipografía, cómics,
publicaciones periódicas, revistas, mass media, etc. A raíz de los
planteamientos del Pop, surgieron movimientos y diseñadores (que se
iniciaron en Italia y algunos lugares de los Estados Unidos) que
promovían un diseño diametralmente opuesto al funcionalismo clásico.
Surgió una moda de antidiseño en prácticamente todos los ámbitos.
Una
de ellas es la revista satírica británica "Private Eye" , la cual fue
un ejemplo de la aplicación de estos principios al diseño gráfico.
A
principios de los ochenta, Apple Computer, para diferenciarse del
estilo clásico de IBM, dio a su producto el nombre de una fruta. La
fruta del conocimiento, una broma hippie estilo californiano a la que se
añadía un colorista y decorativo pictograma.
La
idea se extendió a toda la estrategia de comunicación de la empresa. La
crítica de los máximos exponentes formales de la Modernidad influyó
notablemente durante los setenta. Todo fue puesto en duda.
Esa
puesta en entredicho del diseñador moderno defendía una concepción más
democrática del diseño con consignas como "hazlo tú mismo" o "todo
vale". Se pusieron de moda soluciones prefabricadas de “diseño al
instante” aptas para que los usuarios las llevasen a cabo fácilmente,
como técnicas de teñido de ropa previamente anudada o sistemas de
pintura centrífuga. Ambas daban soluciones psicodélicas acordes con el
gusto del momento. En la medida en que las fronteras entre el arte y el
diseño se hicieron cada vez más borrosas, se intercambiaron
experiencias. Artistas plásticos como Victor Pasmore y Eduardo Paolozzi
experimentaron con el diseño, y diseñadores como Ettore Sottsass crearon
muebles simbólicos semejantes a obras de arte.
webpages.ull.es/users/aruiz/TD/PDFS/Clases/C30%2070%20style.pdf
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